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4 claves para gestionar tu comunicación y tus emociones
Nadina Rivas
abril 13, 2020

La comunicación es fundamental en la convivencia entre los humanos. Es una actividad vital para vivir en paz y para alcanzar realización y prosperar a nivel personal y colectivo. Sin embargo, es uno de los conceptos más generalizados y peor comprendidos entre las personas.

Durante más de 25 años trabajando en este campo he observado cómo le asignamos a la comunicación la responsabilidad por malentendidos y fracasos, ya sea en las relaciones interpersonales o en las profesionales. La expresión “es un problema de comunicación” es muy común, pero carece de fondo, porque no contar con una comunicación efectiva es solo una parte del problema.

La otra parte, que es fundamental para diseñar una comunicación que obtenga los resultados esperados, es escuchar para entender las motivaciones, los intereses, las preocupaciones y los sueños de esas personas con las que buscamos comunicarnos; así como definir claramente cuál es nuestro objetivo y cuáles nuestros mensajes a trasladar.

La comunicación es una actividad simple y compleja a la vez. Como la vida misma.

Tenemos muchas ventajas instaladas en nosotros para ser extraordinarios comunicadores. Solo piensa en los diversos sistemas que operan en nuestro cuerpo: el sistema nervioso, el sistema gástrico o el visual, y como todos ellos realizan sus funciones de forma independiente del otro, pero en profunda comunicación e interconexión.

Sistema Natural de Comunicaciones

Cuando no has comido tu estómago, que es conocido como el “segundo cerebro” por sus más de 400 millones de neuronas, se comunica con tu cerebro a través de conexiones químicas y hormonales, para aclararle que no te has alimentado y, siendo esta una actividad fundamental para tu sobrevivencia, le pide que active tu mecanismo del estrés para que te informe que “no comer, no es una opción. Que tu vida depende de tu alimentación”.

Así, se activan funciones que te hacen sentir hambre, a veces experimentar mal humor y en otras ocasiones, sentir desesperación por no haber comido. Y a través de esa comunicación esos sistemas te alertan para que te alimentes y apagues esos mensajes entre tu estómago y tu cerebro. Misión cumplida. Has sobrevivido un día más.

 

 

Tu eres un Sistema Natural de Comunicaciones en el que mente-cuerpo-emociones están íntimamente vinculados para acompañarte a experimentar la vida. Esos mecanismos te ayudan a sobrevivir. Pero tu cerebro evolucionado, más que el de las otras especies animales, te impulsa a prosperar. Y para hacerlo necesitas volverte más consciente de ti misma, entender esos sistemas que te conforman y dirigirlos para que te apoyen en lugar de que ellos te controlen.

Entre más consciente te hagas de tus procesos, sus señales y significados, mejor te gestionarás y mejor te comunicarás contigo y con los demás.

Fundamentos de la comunicación

La comunicación es una conversación. Porque es en ese espacio donde es posible conectar con el otro y descubrir puntos de encuentro, hasta llegar a acuerdos que nos faciliten prosperar en colectividad.

La comunicación puede sanar nuestras relaciones si estamos dispuestos a realizarla desde un lugar de autenticidad y respeto por nosotras mismas y por los demás.

En esa conversación, considero que existen dos componentes fundamentales: la escucha y la confianza. Si escuchas al otro lo entenderás y si confías y el otro confía, las diferencias se expresarán con naturalidad para alcanzar acuerdos, en donde no ganas al 100% y el otro pierde, o viceversa, sino las partes ceden y también ganan.

En esta crisis global la comunicación se vuelve aún más importante. Por eso es estratégico que te adueñes de ella para que consigas ser más efectiva en lo que comunicas.

La comunicación es una conversación. Es un intercambio de ideas y objetivos. Y entre más respetamos la opinión de otros y más claras tengamos nuestras ideas, mejores serán nuestros resultados al comunicar.

 

4 claves al comunicar

Te ofrezco 4 claves para que te conectes primero contigo y desde ese espacio de autorregulación y autogestión, practiques una comunicación efectiva con tus relaciones más relevantes. Solo tu puedes decidir cuál o cómo es la mejor forma de comunicarte, por eso te planteo una serie de preguntas que te facilitarán profundizar y reflexionar acerca de eso que deseas comunicar.

  1. Entiéndete primero.

Ve hacia adentro. Obsérvate y comprende qué deseas y qué necesitas comunicar. Observa cómo estás escuchándote a ti misma y pregúntate si confías en ti. Escuchar y confiar son dos aspectos fundamentales de una buena comunicación. Si no lo haces contigo primero, ¿Cómo sabrás hacerlo con otros?

  • ¿Cómo estás gestionando tus emociones? ¿Las reconoces o las ignoras?
  • ¿Qué te están comunicando estas emociones acerca de lo que valoras o es importante para ti?
  • ¿Cómo es la calidad de tu diálogo interior?
  • ¿Cómo calificarías la comunicación contigo misma?
  • ¿Cómo es la relación con tu cuerpo? ¿lo escuchas?
  • ¿Cómo gestionas y te relacionas con tu Sistema Natural de Comunicaciones (mente-cuerpo-emociones)?

 

  1. Clarifica tu comunicación.

Escoge uno o dos mensajes. Piensa en el otro y cómo lo recibirá. Imagina escenarios y reduce tus expectativas, porque el otro también tiene derecho a pensar distinto a ti.

  • ¿Cuál es el mensaje que deseas comunicar?
  • ¿Qué resultados esperas obtener al comunicar?
  • ¿Quién o quiénes son las personas clave a las que deseas comunicar tu mensaje?
  • ¿Por qué son importantes?
  • ¿Cuál es el objetivo que buscas alcanzar en esa comunicación?
  • ¿Qué emociones te genera la posibilidad de sostener esa conversación o de comunicar esos mensajes?
  • ¿Son emociones placenteras o te generan miedo y ansiedad?
  • ¿Cómo puedes regular esas emociones antes de comunicarte con el otro?
  • ¿Qué opinan esas personas acerca de ese mensaje o idea que te gustaría comunicarles?
  • ¿Cómo puedes llegar de una manera más fluida a esas personas?
  • ¿Se comunican mejor cara a cara, o a través de una comunicación escrita?
  • ¿Qué mensajes comunicarás? Entre menos mensajes sean será más fácil lograr que los comprendan.  

 

  1. Decide comunicar efectivamente.

Planifica tu comunicación, piensa en estar cómoda y sentirte confortable y segura comunicando. Y también piensa en la otra persona, facilítale el estar presente y hazlo sentirse seguro.

  • ¿Cuándo es el mejor momento para comunicar?
  • ¿Cuál es tu mejor estilo de comunicación: escrito, verbal? ¿Cómo te sientes más cómoda comunicando?
  • ¿Cuál es el mejor lugar para hacerlo o cuál el mejor medio?
  • ¿Cuánto tiempo dedicarás a esta comunicación?
  • ¿Cuándo le solicitarás al otro ese espacio y cómo lo harás?
  • ¿Estás preparada para escuchar también la posición del otro con respecto a ese mensaje que deseas comunicar?

 

4. Activa tu comunicación.

Empodérate en tu comunicación. Practica la escucha y la confianza contigo misma antes que con los demás. Esto te garantizará estar presente para el otro y avanzar decididamente en eso que deseas comunicar. También acepta que, como todo en la vida, la comunicación es un proceso que tiene altos y bajos, que funciona a veces y otras no, pero todo fluye en un ciclo de profundo entendimiento y aprendizaje.

  • Ensaya tu comunicación.
  • Escribe tus objetivos.
  • Gestiona tus emociones.
  • Respeta tu derecho a expresar tu voz y también respeta el derecho del otro.
  • Fluye en el proceso y atraviesa cualquier temor que te genere esa conversación.
  • Acepta que puedes gestionarte a ti misma, pero no puedes controlar a los demás.
  • Ejecuta tu comunicación y reflexiona sobre tus resultados. Luego ajusta.
  • Nunca dejes de intentar comunicarte.
  • Inicia con tus relaciones más relevantes.

 

 

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