Conocernos a través del pasado
Nadina Rivas
noviembre 7, 2018

Disfruto filosofar y me encantaría estar sentada tomándome un café contigo y conversando sobre el pasado y las claves que nos ofrece. Porque buscar la verdad libera y muchas veces somos muy dados a intentar dejarlo atrás; y con ello la responsabilidad por lo que hemos construido en nuestras vidas y las de aquellos con los que convivimos. Lamentablemente con esta actitud también perdemos la posibilidad de conocernos mejor y modificar lo que hemos hecho mal. Pero la historia y los hechos, aunque desagradables, no pueden ser olvidados. Porque estos, inevitablemente, nos definen, nos limitan o nos potencian en la construcción del futuro.

Sin reconocer los efectos del pasado y sin comprender su impacto en el presente, los hechos solo se siguen repitiendo en un ciclo interminable de intentos fracasados.

No pretendo decir que vivir en el ayer sea la solución. Es requerido vivir en el presente, atento y consciente, para poder construir el futuro. Sin embargo, el pasado sirve para ser comprendido y corregir los errores en el momento actual; así como para conocernos y gestionarnos con la información que nos ofrece.

Un problema que no es identificado ni captado a fondo difícilmente puede ser enmendado.

Mientras las historias colectivas y personales no sean observadas, aceptadas y entendidas, difícilmente serán sanadas. Y por ello al pasado se va a buscar discernimiento, porque inevitablemente las claves del momento actual se encuentran en esos espacios que habitamos, en esas historias que vivimos, en las familias que crecimos.

Nos cuesta mucho observar nuestros errores o los de aquellos a quienes amamos y respetamos, pero requerimos aceptar que somos humanos falibles, con claroscuros, con amor, desamor y odio, que nos equivocamos a diario, pero que también a diario tenemos la posibilidad de reconocer los errores y enmendarlos.

Lecciones del pasado

Conocer mi pasado me he permitido aprender mucho de mi misma. Mi historia me retenía, habían creencias tóxicas acerca de mi misma en ese espacio, porque en el inconsciente se quedan grabados los eventos que nos impactan, grandes o pequeños, doloroso o luminosos. Ahí está “la sombra” que en psicología es el aspecto oculto acerca de nosotros mismos que se proyecta en otros. Revisarse, entenderse, actualizarse es la tarea de un individuo responsable de si mismo. Deseo compartirte los principales aprendizajes que obtuve cuando revisé mi pasado, personal, familiar y colectivo.

  1. Entendimiento. De niña viví situaciones difíciles de discernir para la mente infantil. Y en el presente esos eventos me retenían porque crecí con ideas erróneas acerca de mi valor, de lo que merecía y de mis posibilidades como persona. Revisarlos en el momento presente, con una mayor capacidad de comprensión, me permitió entenderlos y sanarlos.
  2. Honrar las emociones. Al volver atrás pude ver de frente al dolor, experimentarlo y permitirme sentir un rango de emociones como tristeza, enojo, frustración. Al honrar esos sucesos y darle espacio a las emociones para sentirlas, estas se iban diluyendo cada vez mas y así dejaron de controlarme.
  3. El pasado no define al presente. Pero no lo define solo si estoy dispuesta a observarlo y a comprenderlo. Porque si lo mantengo en la oscuridad se vuelve como un fantasma que secuestra al momento presente.
  4. Un hilo conductor. Si mi futuro está determinado por mi presente y este por mi pasado, existe un hilo irrompible que los vincula a los tres. Cuando acepto y sano mi historia puedo actuar eficientemente en el hoy y esto me permite un mejor mañana.
  5. Enfrentar el miedo. Intuimos que en el pasado sucedieron situaciones difíciles, en diferentes niveles, pérdidas, golpes, palabras que no tuvieron la intención de hacernos daño, pero que quedaron grabadas en nuestro inconsciente. Cuando me decidí a verlos y atravesar al miedo el pasado perdió fuerza; y a partir de ahí dejó de controlar mi presente.
  6. Aceptación del pasado. Es el punto final de un proceso de revisión de esa etapa de la vida. La aceptación significa recoger las lecciones y estar consciente en el presente para no repetir lo que no se desea  de ese período de la vida.

La vida solo puede ser comprendida mirando hacia atrás, pero ha de ser vivida mirando hacia adelante. Soren Kierkegaard.

 

Este artículo fue publicado originalmente en la Revista 7Sentido de La Prensa Gráfica.
La otra versión puede leerse aquí.

 

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