Inteligencia emocional para la innovación
Nadina Rivas
junio 2, 2018

La reinvención no es una cuestión de edad sino más bien de actitud hacia el aprendizaje, la innovación y la disrupción.

Charles Dickens el autor de la novela “Historia de dos ciudades” escribió en el Siglo XVIII la siguiente frase: “Era el mejor de los tiempos y era el peor de los tiempos; la edad de la sabiduría y también de la locura…”

Para mí, tal como lo expresó Dickens hace más de 200 años, este también es el mejor y el peor de los tiempos.

Mejor, porque somos cada vez más conscientes de lo que está mal con nuestro mundo y estamos decidiendo que lo que hasta ahora había funcionado requiere modificarse si, verdaderamente, deseamos construir un mundo mejor.

Peor, porque la violencia de todo tipo, verbal, física, económica y sexual contra niñas y mujeres está presente, y es una constante que genera mucho miedo.

Este y otros flagelos que afectan a nuestra sociedad requieren atención inmediata si pretendemos regenerar este mundo caótico que hemos construido.

Liderar con enfoque femenino

Aquí me enfocaré en “lo mejor de nuestro tiempo”. En la necesidad de cambiar paradigmas, de aprovechar la información para fortalecernos, desarrollar y amplificar nuestra voz y liderazgo, para ser más innovadoras y disruptivas; y por lo tanto desarrollar un mundo más humano que incluya todo lo valioso que las mujeres y lo femenino tenemos que aportar al mundo.

Solo en una mente dispuesta a cuestionarse a sí misma cabe el cambio, la flexibilidad y la innovación.

Desde hace algunos años comprendí que había algo que estaba perdiendo vigencia con el excesivo enfoque hacia lo externo, las máquinas, la tecnología, en las habilidades duras como las matemáticos o la ingeniería.

Estos sí bien son conocimientos útiles y que seguirán evolucionando porque así funciona el concepto de progreso en la humanidad, les hacía falta algo fundamental. Y es precisamente un enfoque hacia el ser humano, hacia su desarrollo íntimo y personal. Esas habilidades que se conocen como blandas o inteligencia emocional.

La humanidad ya goza de “cosas” externas, aparatos, ciencia, tecnología, inteligencia artificial, todas ellas se encuentran fuera de la persona y nos hemos vuelto extremadamente dependientes de ellas para vivir, y para relacionarnos. Ahora requerimos ir hacia adentro, reconocernos, empoderarnos y sobre todo actualizar nuestras mentes y dejar de estar estacionadas en el pasado, anclados a conceptos e ideas desactualizadas.

Para nuestra ventaja hay un movimiento muy fuerte para darle más poder y vida a nuestras mentes, para pasar de lo exterior a descubrir que adentro de cada persona hay un mundo que también se debe renovar.

Requerimos ir hacia adentro, reconocernos, empoderarnos y sobre todo actualizar nuestras mentes y dejar de estar estacionadas en el pasado, anclados a conceptos e ideas desactualizadas.

Tenemos casos concretos como Google que aportó al mundo empresarial información valiosa acerca de las habilidades blandas o inteligencia emocional y su incidencia en el desarrollo de los equipos. En 2009, inició el proyecto Oxígeno bajo la presuposición de que “los jefes ya no eran necesarios”.

El estudio recopiló, entre los empleados de Google, más de 10 mil observaciones acerca de los gerentes, y descubrió patrones de comportamiento que convirtió en indicadores para medir y desarrollar, a través de sus programas de capacitación, el óptimo desempeño gerencial y de liderazgo.

A la fecha, esta organización, reporta una mejora del 75% en el cumplimiento de los liderazgos y de los equipos, como resultado de su enfoque en esos indicadores.

Según Google estas habilidades son:

  • Ser un buen coach,
  • Empoderar a otros,
  • Mostrar interés en el éxito y bienestar del equipo,
  • Escuchar y ser un buen comunicador,
  • Contribuir con el desarrollo profesional de los empleados
  • Ser productivo y orientado a resultados
  • Tener una visión y claridad estratégica, y
  • Contar con habilidades técnicas para aconsejar al equipo.

De las ocho habilidades, las primeras cinco son competencias “blandas”.

Mercado laboral y las habilidades blandas

Por otro parte, el Foro Económico Mundial publicó el año pasado un artículo en el que hace referencia a estas competencias y señala que, por 4 razones fundamentalmente económicas, estas deben ser tomadas más en serio debido a que son cruciales para el mercado laboral.

  1. Los trabajos en la actualidad demandan un mayor y mejor manejo de las habilidades blandas debido a la necesidad de mejorar la gestión del talento y del trabajo en equipo. Tareas relacionadas con habilidades sociales y de servicio han crecido en un 16 y 17% con respecto a los años 90´s, mientras tareas que requieren altos niveles de conocimiento matemático solo han crecido en un 5%.
  2. El mercado laboral ha venido aumentando consistentemente el reconocimiento salarial debido al uso y manejo de estas competencias por a su influencia en un mejor desempeño en las organizaciones.
  3. Las habilidades blandas están siendo tan valoradas como las habilidades duras (matemáticas, física, etc.) quienes las desarrollan les ha valido para mantenerse por más tiempo en un trabajo.
  4.  Aquellos con pocas o bajas habilidades blandas están siendo dejados de lado en los procesos de selección.

Según ese mismo reporte muchas de las compañías están abandonando el enfoque tradicional para contratar personal. Ernst & Young indicó que están “modernizando el lugar de trabajo desafiando el pensamiento tradicional y la forma de hacer las cosas del pasado. Y la transformación de su proceso de reclutamiento abrirá oportunidades para individuos talentosos sin importar su origen o experiencia, esto les permitirá proveer a los individuos un mejor acceso a las profesiones”.

El Foro Económico Mundial en su reporte el “Futuro de los trabajos” señala que la inteligencia emocional, la creatividad y la administración de las personas – con lo que eso implica: liderar, escuchar, comunicar, interesarse por su bienestar, tal como lo señaló Google- estarán en la cúspide de las habilidades requeridas para realizar trabajos en el año 2020.

Nosotras también podemos insertarnos en esa ola e innovar en la gestión de nuestras profesiones y de las organizaciones en las que nos desarrollamos.

Contamos con una gran cantidad de información científica y herramientas a nuestra disposición para desarrollar estas habilidades y modificar muchas de las verdades del pasado acerca de cómo operamos los seres humanos.

Reinventarse desde la flexibilidad de pensamiento

Por ejemplo antes se creía que las neuronas dejaban de reproducirse a partir de los 40 años. Ahora sabemos acerca de la plasticidad del cerebro y  la capacidad de regeneración que tiene cuando nos volvemos conscientes de lo que circula por nuestras mentes, cuando le damos descanso y la alimentamos con pensamientos constructivos o cuando mantenemos una mente flexible y de principiante que no está atada a conceptos del pasado

Sabemos que el cerebro de hombres y mujeres están conectados de forma diferente. Los hombres utilizan mayormente el hemisferio izquierdo: lineal, práctico y orientado a la solución. Las mujeres utilizamos más áreas de nuestro cerebro, lo que nos facilita acceder más y mejor al hemisferio derecho que tiene mayores conexiones con el cuerpo. Por ello nosotras tenemos mejor vinculación con la sabiduría de nuestros cuerpos.

Los seremos humanos tenemos una gran capacidad de reinvención y contamos con innumerables ejemplos en las vidas de mujeres que se han reinventado cuando algunos podrían pensar que ya estaban obsoletas.

Por ejemplo:

  • Toni Morrison una escritora negra estadounidense publicó su primer libro a los 40 años y 22 años más tarde obtuvo un Nobel y un Pulitzer por su obra.
  • Mi prima, Pía, que recién cumplió 57 años corre y hace rapel y nada la detiene.
  • Mi hermana volvió a ser una jugadora de basketball extraordinaria luego de 30 años de inactividad. Ahora, a sus 59 años, está iniciando una nueva y excitante etapa en su vida como deportista participando en torneos internacionales.
  • Y si esos ejemplos representan pocos años, tenemos a Tao. Una abuelita de 98 años que es la profesora de yoga más longeva del mundo. Tao participa en un movimiento denominado “The Power of She”/”El poder de Ella” en el que motiva a niñas y mujeres a desarrollar todo su potencial.

Ellas son solo algunos ejemplos de mujeres que se reinventaron en los 40´s, 50´s, 60´s y 70´s.

Reinventarse es cuestión de actitud

La reinvención no es una cuestión de edad sino más bien de actitud hacia el aprendizaje, la innovación y al disrupción. Es acerca de lo que cultivamos en nuestras mentes. Lo que leemos, nuestras conversaciones con nosotras mismas y con otros. Solo en una mente dispuesta a cuestionarse a sí misma cabe el cambio, la flexibilidad y la innovación.

Date el permiso de revisar tus pensamientos y creencias acerca de la innovación, la disrupción, la autenticidad y el liderazgo. Y con toda esa información toma lo que te sirva, desecha lo que no resuene contigo, pero haz algo con tanta información. Una acción. Un cambio de forma de pensar. Asume tu poder personal. Porque este te pertenece, pero solo tu puedes decidir apropiarte de él.

Texto adaptado del discurso inaugural de Crecemujer 2018 para Voces Vitales de El Salvador.

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