Lo femenino está de moda. Es novedoso hablar de “empoderar a las mujeres”. Las empresas y las marcas lo hacen como una forma de conectar y sí, también para vender más, ganar proyectos, etc. Pero, ¿hasta dónde quienes hablan de empoderamiento femenino verdaderamente lo están haciendo?
Presenciamos una cultura de gurús y fórmulas rápidas, de “influenciadores” y “seguidores”, en donde continuamos replicando jerarquías de quienes lucen mejor o son más populares, versus aquellos que buscan la atención de los primeros. Y en ese intercambio binario, se le quita poder a unos en beneficio de otros.
Significado
Empoderar es un término que no existe “oficialmente” en español. Este proviene del inglés “to empower”, que es “darle poder a otro…” esta composición de palabras deja implícito que “alguien más” debe hacer algo para darle poder a otra persona. Entiendo que en este proceso algunos poseen más experiencia que otros y pueden ayudar mostrando cómo han avanzado, cuáles obstáculos han vencido, con el objetivo que una persona evite errores innecesarios y se ahorre tiempo.
Siendo una rebelde de corazón y alma, siempre me he rebelado a que me digan qué hacer y cómo hacerlo. He disfrutado mucho buscando mis propias fórmulas, despertando mi propia curiosidad. Además -creo- que cuando una persona asume el mote de experta o de gurú se relaciona desde un lugar de superioridad que no da poder, sino que dicta cómo hacer las cosas para llegar a “sus resultados”.
Poder desde adentro
Para mí, acompañar, preguntar, comprender, son palabras más adecuadas para contribuir a que otro descubra SU poder. Porque creo que el empoderamiento de una persona llega de su interior. Su poder está adentro y no afuera en herramientas o en otras personas. No se lo otorga nadie. Lo descubre en un viaje interior en el que se observa, se abraza y verdaderamente se acepta. Y desde esa aceptación decide qué desea, cuál es su particular camino, dónde están sus fortalezas, qué más desea desarrollar. Su poder es su autenticidad, no la copia de un “gurú”.
Seguramente existen más fórmulas para empoderarse. Pero mi camino fue uno de búsqueda, estudio, observación y análisis de personajes -vivos y muertos- que admiro. Revisé sus estilos de liderazgo, sus valores, sus estándares de integridad y como lo que decían compaginaba con sus comportamientos observables. De esa búsqueda me quedaron dos ideas que me dieron impulso. :
- Convertirme en mi propio gurú o despertar a mi sabia interior; y
- Desamarrar a mi autoridad interior.
Tu poder no te lo otorga nadie. Lo descubres en un viaje interior en el que te observas, te abrazas y verdaderamente te aceptas.
En ese camino he encontrado varios elementos que me indican claramente que sí, estoy empoderada. Quiero compartírtelos solo como ideas para que TU MISMA te auto evalúes y decidas en que fase de tu poder te encuentras.
La pregunta fundamental que me respondí fue: ¿Cómo sé que estoy empoderada? las respuestas fueron:
- Sé lo que quiero.
- Sé para dónde voy.
- Sé desde que lugar me relaciono con otros.
- Reconozco mi valor.
- Sé cómo gestionar mis emociones. Cuando apartarme a descansar o a llenarme de energía y cuando acercarme.
- Construyo y busco esos grupos en los que deseo participar.
- Digo, la mayor parte del tiempo, las cosas claras.
- Trabajo en nuevos proyectos constantemente.
- Observo más y nuevas posibilidades para mi desarrollo personal, profesional y comunitario.
- Mi energía fluye constantemente.
- Tomo riesgos y me siento confiada.
- Acepto que mis decisiones tendrán consecuencias y asumo la responsabilidad por ellas.
- Mantengo ordenadas mis finanzas y tengo mejor control sobre mi dinero y mi consumo.
El camino no ha sido fácil. Y estoy consciente que es y será un proceso permanente de auto conocimiento y de gestión personal, de mis proyectos y de mis relaciones más importantes.
Ahora, ¿Cómo sabes tú que estás en el camino del empoderamiento?
¿Qué te hace falta?
¿Qué más agregarías a esta lista?
¿Qué tienes desarrollado ya?
¿Cómo luce para ti tu poder?